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El mecanismo alcalinizador del cuerpo
Nacimos con un cuerpo cuya capacidad de autobalance (o autocuración) es muy superior a cualquier desarrollo que la raza humana haya logrado hasta estos tiempos.
En publicaciones anteriores aprendimos sobre el parámetro utilizado para medir el potencial de hidronios (pH) de una sustancia, y como también está relacionado al cuerpo humano.
De igual manera vimos los efectos de la ácidez en nuestra sangre, ese efecto avalancha que impide la oxigenación de nuestras células y les causa su muerte y con ello el incremento de la ácidez.
Ahora aprenderemos sobre los diferentes mecanismos utilizados por nuestro cuerpo para re-equilibrar el pH de nuestra sangre y volvernos a el estado de salud óptimo.
Todas las acciones que el cuerpo humano lleva a cabo son con un único fin, mantener activas y sin daño las funciones principales para vivir.
Los órganos considerados vitales son: el cerebro, el corazón, los pulmones, el hígado y los riñones; aunque algunos podrían considerar otros órganos, tomaremos estos como ejemplo.

Durante una acidosis, el cuerpo “administra” las toxinas alejándolas de los órganos vitales, pero ¿qué hace con ellas?
El mecanismo prinicipal es contrarrestar la ácidez de la sangre y para ésto hará uso del calcio (base) que tiene almacenado, el principal almacén es el esqueleto y algunos de los órganos. Entonces empezará a liberar el calcio contenido en éstos para contrarrestar la ácidez que puede dañar órganos vitales. Si se sometiera a una ácidez constante una de las enfermedades que se pudieran presentar es la osteoporosis pues debido a que la extracción de calcio ha ido a niveles muy altos que ésta termina debilitando los huesos.

Otro indicador de que el cuerpo sufre una acidosis es la Tinea unguium (Onicomicosis o Tiña en las uñas). Por lo general se encuentran medicamentos que “curan” esta enfermedad de las uñas, sin embargo el problema no son la uñas sino la acidosis que vive la persona con la consecuente re-localización de las toxinas que hizo el cuerpo.

Interminable puede ser la lista de ejemplos de enfermedades desatadas por la acidosis, lo importante es saber que el origen es un desbalance en el pH y saber cómo contrarrestarlo puede convertirse en la clave de gozar de una buena salud.
Continuará…
¿Qué es la acidosis?
Como se expuso en la publicación anterior, la ingesta de alimentos y la exposición a emociones y pensamientos provoca un efecto en el pH sanguíneo, si este cambio acidifica la sangre entonces cambia la carga eléctrica de los glóbulos rojos y esto provoca incrustaciones en las arterias y venas.
A través de la circulación sanguínea las células se recargan de combustible (oxígeno), pero en un ambiente ácido las obstrucciones en el sistema circulatorio impedirán que el oxígeno llegue a todas las células del cuerpo. Al no llegar el combustible, las células enferman y finalmente mueren. Ahora nuestro organismo empieza a convertirse en un cementerio, pero lo más crítico es que estas células muertas incrementarán el nivel de acidez de nuestro torrente sanguíneo y, como consecuencia, del cuerpo.
Al disminuir el flujo sanguíneo se oxigenarán menos las células y conllevará a un estado de debilidad y pesadez.
Tras exponer nuestro cuerpo a la acidez, éste se convierte de un paraíso donde la vida florecía y se restauraba automáticamente, a un cementerio de células y partículas muertas. El cementerio no es lo más grave, sino la acidez que causan todos los organismos muertos, este efecto se suma a lo provocado por la ingesta de alimentos ácidos que en un principio provocó la muerte de las células.
Lo anterior nos lleva a un estado de acidosis. Mientras nosotros no tomamos consciencia de estas condiciones nuestro cuerpo empieza a activar mecanismos alcalinizadores para no poner en riesgo órganos vitales.
“Los incontables nombres de las enfermedades no son realmente importantes. Lo que importa es que todas ellas provienen de la misma causa…
¡Demasiado tejido de residuos de ácido en el cuerpo!”
Theodore A. Baroody, N.D., D.C., Ph.D.
Efectos del pH en el cuerpo.
Nuestro cuerpo es una máquina electromagnética que nos proporciona la capacidad de movimiento, pensamiento y muchas otras funciones. Cada una de nuestras células es un generador de energía con la cual se alimentan nuestras acciones internas y externas.
Las células se recargan con los alimentos que ingerimos y buscan mantener un equilibrio bioquímico que promueva la generación de energía eléctrica y el estado óptimo de la red eléctrica a través de todo el cuerpo por la cual viajan los impulsos emitidos desde nuestro centro de operaciones: el cerebro.
El equilibrio bioquímico se da entre dos factores que ya hemos platicado en publicaciones anteriores, la acidez y la alcalinidad; por eso saber la medida del pH juega un papel esencial en nuestras vidas.
Podemos destacar que el pH de nuestra sangre es el que debemos controlar pues es el vehículo que lleva los nutrientes, los componentes electroconductores y las señales a cada rincón de nuestro cuerpo.
De lo anterior se deriva la importancia de la ingesta de agua de buena calidad, preferentemente agua alcalina que nos mantenga en el equilibrio bioquímico para mejorar la conductividad eléctrica en nuestro cuerpo.
Los glóbulos rojos tienen una carga eléctrica definida que es muy importante para mantener el flujo sanguíneo y la entrega de nutrientes. El recubrimiento de los glóbulos rojos es negativo, mientras su centro tiene una carga positiva. Al tener la misma carga negativa todo el torrente de glóbulos rojos promueve una fuerza de repulsión y evita que se atraigan, choquen y finalmente se aglomeren o apiñen.
Al hecho de aglomeración o apiñamiento de glóbulos rojos lo conocemos como obstrucciones en la arterias y venas. Una vez aglomerados, el movimiento y desplazamiento a través del sistema circulatorio se vuelve muy complicado pues ya no son las pequeñas partículas que transitaban por los pequeños orificios, ahora son de mayor tamaño y tienen mayor dificultad para pasear por los conductos, hasta el punto en que definitivamente se quedan atorados y obstruyen el flujo sanguíneo.
¿Por qué nos afecta el desbalance en pH?
Los seres humanos, como muchos otros seres, tienen un estado ideal en el cual su salud física, emocional, mental y espiritual es perfecta, en completo balance y expresión.
De acuerdo a investigaciones, para cumplir con el estado ideal para gozar de salud física perfecta debemos mantener nuestro pH corporal en 7.36 de manera constante, quizá lo correcto sea en un rango alrededor de esta cifra.
Pero ¿qué significa pH 7.36?
Para poder tener una idea más clara sobre el significado del pH en nuestro cuerpo observemos la siguiente tabla:
Podemos observar que los extremos de la gráfica nos muestran líquidos dañinos para nuestra salud. Cerca del pH 1, vemos el Jugo Gástrico, sin embargo por debajo del pH 1 podemos encontrar el líquido de baterías (Ácido Sulfúrico: H2SO4).

El agua pura se encuentra justo a la mitad de la escala, pH 7. Al agregarle impurezas o minerales su pH cambiará, entonces hablaremos de una agua más saludable o menos saludable.
Ubiquemos la sangre humana en la gráfica, ésta se encuentra por encima del pH 7, lo que significa que debe ser ligeramente más alcalina que el agua.
Aunque es muy recomendable ingerir un mínimo de agua diariamente, el consumo desmedido de agua desmineralizada promueve un descenso en nuestro pH, sin embargo ingerir una bebida de cola o carbonatada cuyo pH se encuentra entre 2 y 3 es una peor elección, en ambos casos hablamos de sustancias que no son neutras, tomando como referencia el pH de la sangre, y cuya ingesta promovería un pH más ácido, fuera del rango saludable..
Esta disminución en el pH del cuerpo empieza a provocar señales de alerta sobre el desbalance y la manera en que el cuerpo lo hace es a través de las enfermedades.
¿Qué es el pH?
El pH es una medida de acidez o alcalinidad de una disolución, este nos indica la concentración de iones hidronio [H3O]+ presentes en determinadas disoluciones.
Entre más fuerte es un ácido más alta es su concentración de iones de hidrógeno y entre más débil más baja será su concentración. Hay una gran variedad de ácidos, algunos tan fuertes que pueden disolver componentes de acero y otros tan débiles que son seguros para usar en el cuidado del cuerpo.
Por el lado contrario hay soluciones alcalinas (también llamadas “bases”), entre las más suaves en esta categoría, podemos mencionar algunos medicamentos que ayudan a calmar los trastornos del estómago y entre las más fuertes el hidróxido de sodio que puede incluso disolver el cabello humano.
El ser humano, compuesto de una gran diversidad de sustancias, no está exento de esta escala de pH. Los principales contribuyentes en el balance del pH humano son los alimentos que ingiere, sin embargo las emociones y pensamientos también tienen una fuerte influencia que desata toda una fiesta bioquímica al interior del cuerpo.
Aprendamos un poco más en las siguientes publicaciones.
¿Cómo enfermamos?
¿Cómo enfermamos? | |||
---|---|---|---|
¿Qué pasa en los diferentes niveles |
Cuando nuestra vida es saludable… |
Constantemente nos exponemos a vivir emociones y pensamientos |
El conflicto queda incrustado en nosotros y nace la “Enfermedad” |
A nivel de partículas |
![]() Las partículas que componen el cuerpo humano son estables, y balanceadas en su vibración y energía. |
![]() Las emociones y pensamientos son partículas menor densidad que al aglomerarse forman cuerpos de baja densidad capaces de incrustarse en los vacíos de otras partículas. |
![]() Así lucen las partículas del cuerpo con partículas de emociones o pensamientos incrustados en su estructura. (“Enfermedad”) |
A nivel de nuestro cuerpo físico |
![]() Nos sentimos felices, de buen humor con capacidad de enfrentar nuestros retos. |
![]() Eventualmente enfrentamos emociones o pensamientos y nos enganchamos inconscientemente. |
![]() Lo que nos causa la “enfermedad” es la emoción o el pensamiento del que no nos podemos desprender. |
A nivel de nuestros órganos |
![]() En un hígado sano, sus frecuencias y energía están balanceadas. |
![]() La emoción o pensamiento es una nube de partículas de baja densidad y muy sutil que logra incrustarse en los vacíos que hay entre nuestras partículas. |
![]() Una vez incrustada se desata la llamada “enfermedad”. Es una alerta para que demos solución a lo inconcluso. |