¿Qué es el pH?

El pH es una medida de acidez o alcalinidad de una disolución, este nos indica la concentración de iones hidronio [H3O]+ presentes en determinadas disoluciones.

Entre más fuerte es un ácido más alta es su concentración de iones de hidrógeno y entre más débil más baja será su concentración. Hay una gran variedad de ácidos, algunos tan fuertes que pueden disolver componentes de acero y otros tan débiles que son seguros para usar en el cuidado del cuerpo.

Por el lado contrario hay soluciones alcalinas (también llamadas “bases”), entre las más suaves en esta categoría, podemos mencionar algunos medicamentos que ayudan a calmar los trastornos del estómago y entre las más fuertes el hidróxido de sodio que puede incluso disolver el cabello humano.

El ser humano, compuesto de una gran diversidad de sustancias, no está exento de esta escala de pH. Los principales contribuyentes en el balance del pH humano son los alimentos que ingiere, sin embargo las emociones y pensamientos también tienen una fuerte influencia que desata toda una fiesta bioquímica al interior del cuerpo.

Aprendamos un poco más en las siguientes publicaciones.

¿Cómo enfermamos?

¿Cómo enfermamos?
¿Qué pasa en los diferentes niveles
Cuando nuestra vida es saludable…
Constantemente nos exponemos a vivir emociones y pensamientos
El conflicto queda incrustado en nosotros y nace la “Enfermedad”
A nivel de partículas
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Las partículas que componen el cuerpo humano son estables, y balanceadas en su vibración y energía.

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Las emociones y pensamientos son partículas menor densidad que al aglomerarse forman cuerpos de baja densidad capaces de incrustarse en los vacíos de otras partículas.

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Así lucen las partículas del cuerpo con partículas de emociones o pensamientos incrustados en su estructura. (“Enfermedad”)

A nivel de nuestro cuerpo físico
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Nos sentimos felices, de buen humor con capacidad de enfrentar nuestros retos.

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Eventualmente enfrentamos emociones o pensamientos y nos enganchamos inconscientemente.

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Lo que nos causa la “enfermedad” es la emoción o el pensamiento del que no nos podemos desprender.

A nivel de nuestros órganos
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En un hígado sano, sus frecuencias y energía están balanceadas.

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La emoción o pensamiento es una nube de partículas de baja densidad y muy sutil que logra incrustarse en los vacíos que hay entre nuestras partículas.

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Una vez incrustada se desata la llamada “enfermedad”.

Es una alerta para que demos solución a lo inconcluso.

 

¿Por qué enfermamos?

Para acercarnos a la comprensión de lo que es la enfermedad es preciso ver desde otro ángulo nuestra realidad, pues en esencia estamos hechos de partículas, con una energía y una vibración que se manifiesta constantemente.

Y algunas preguntas que vienen a la mente son…

¿Pero qué hace diferentes unas partículas de otras?

La principal diferencia entre las partículas es su nivel de energía y vibración

¿Tenemos las mismas partículas todos?

Cada partícula tiene una frecuencia natural que la identifica y hace diferente de las otras. Cuando las partículas con la misma frecuencia natural se conglomeran, forman los objetos visibles y no visibles, incluyendo órganos y partes del cuerpo humano.

Ejemplo:

Partículas con vibración similar forman el hígado y sus diferentes partes. Aunque sean de frecuencia similar son diferentes de persona a persona pues cambia su nivel de energía.

El origen principal de las enfermedades es emocional.

 

¿Pero cómo puede una emoción afectar la vibración y energía de unas partículas?

Las emociones y los pensamientos son conglomerados de partículas con frecuencia y vibración específica, que a diferencia de los conglomerados de cuerpos físicos, estos son más sutiles, o sea, menos densos, con menos partículas y que realizan el “contagio” de la “enfermedad” incrustándose en los espacios vacíos entre las partículas de nuestros órganos.

Este principio rige nuestra Terapia Bioenérgetica en In Mubu.

Cambio de hábitos.

Tu vida se desarrolla en el mapa y las condiciones que definen tus hábitos. cambiarlos puede significarte un gran esfuerzo y un gran desgaste ante el rígido marco de valores y costumbres que definen tus hábitos.

Pero, ¿por qué querer cambiarlos?… En muchos personas las condiciones de salud, las emocionales, las mentales y todas las que se deriven de la combinación de éstas, les tienen en un estado de desbalance, llamado comúnmente “enfermedad”. Desde este punto de vista bien vale la pena el esfuerzo de cambiar tus hábitos por los beneficios que puedes traer a tu vida.

Tus hábitos son un camino andado y gastado, al cual, muy probablemente, le han dado forma y lo han caminado aquellos que te han rodeado y aquellos que te siguen rodeando.

Debes ser consciente que para redefinir tus hábitos deberás trabajar en la construcción de ese nuevo camino, de principio será una tarea difícil, tediosa, cansada pues como la construcción de cada nuevo camino, si lo dejas un momento al abandono la maleza volverá a crecer y empezará a borrarse.

Al inicio será “torturante” ver a todos aquellos que conoces caminar por el camino viejo y estarás tentado a regresar, pero deberás ser firme en tu compromiso contigo mismo y mantenerte enfocado en la construcción de tus nuevos hábitos.

Crear el nuevo camino, tus nuevos hábitos, te requerirá compromiso, responsabilidad y perseverancia, es una tarea de todos los días y de varias veces al día, y entonces un día comenzarás sentirte en territorio conocido, más tranquilo y con mayor comodidad, pronto será un camino que otros querrán seguir.

Todo empieza con el primer paso ¡Anímate a darlo!